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Con este cómic comienza la fructífera colaboración entre una pequeña editorial española y otra pequeña editorial americana.
La pequeña editorial americana es Dark Planet y es propiedad del guionista James D. Hudnall -que trabajó para DC, Marvel y otras editoriales “independientes” antes de fundar su propia editorial-.
ESPers es una de sus primeras creaciones y, merced a la creación de su editorial, ha decidido autoeditar su serie tras haber sido publicada por varias editoriales desde 1986 cuando apareció bajo el manto de Eclipse Comics.
ESPers es un cómic de ciencia ficción sobre dos grupos secretos formados por personas dotadas de poderes psíquicos que llevan enfrentándose desde hace varios siglos. Mientras un grupo usa sus dones para alcanzar, en secreto, el poder mundial por medio de conspiraciones que terminen con asesinatos o guerras; el otro grupo se dedica a tratar de detener los planes del primer grupo.
Esta serie ha recibido las alabanzas de reputados novelistas de ciencia ficción como Ray Bradbury, Robert Bloch, Harlan Ellison, James Hogan o Roger Zelazny y no me extrañan tantos parabienes de gente tan ilustre después de haberme leído el tercer tomo de la saga.
El cómic, pensado para atraer nuevos lectores a la serie, pudiendo ser leído de forma independiente del primer y segundo tomos pues vuelve a contar el origen de los ESPers, es una entretenida obra de acción y ciencia ficción sustentada en dos pilares fundamentales: En primer lugar una trama ágil que nos va llevando de una escena de acción a otra, con agradecidos intermedios de descanso en los que se profundiza en la historia de estos grupos secretos y los protagonistas (tanto del bando de los “buenos” como de los “malos”); el otro pilar, precisamente, son los personajes excelentemente construidos y unos diálogos que suenan a reales.
El dibujo de Greg Horn, habitual portadista de Marvel, es correcto, aunque se nota que es un trabajo primerizo y el principal fallo que le veo es que Skye, que debería ser una adolescente, aparenta tener unos treinta años.
La edición de Aleta Ediciones, a pesar de tener fallos en la rotulación de algunos bocadillos, es muy buena y da gusto pagar doce euros por un tomo de 126 páginas en formato libro con solapas.
José Luis Mora
jmazarias@dreamers.es
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